Un corazón en doble fila

«Palabras en el horizonte o por qué me multiplico X 5

Con estos poemas ocurre algo que es una novedad para mí: el predominio de temas como el amor y el sexo. Tal vez aquí me atreva más abiertamente con ellos por aquello de que “no soy yo” quien habla. Sí, una excusa como otra cualquiera para negar una sinceridad y una nitidez que no son mi fuerte cuando se trata de estos asuntos.
El tópico de que las mujeres son más claras y directas me viene bien, y puedo ser sentimental sin necesidad de caer en sentimentaloide ni, por rechazo, alejarme al ámbito del semental.
Hay en estos poemas una necesidad de situarme, de decir soy mujer, estoy aquí en el mundo; es una urgencia de reconocimiento que quizá caiga en lo más obvio de percibir: relaciones con hombres, y algunos sustantivos acabados en a. Posiblemente a veces no entré de lleno en una voz de mujer, y si así fue es porque la voz no salió de mis profundidades sino que fui a buscarla como un travestí que se cambia de ropa y asume algunas poses.
Este “repóker de damas” no es una simple jugada, y mucho menos un farol; ha sido un ejercicio camaleónico de ponerse en otra piel para conocerla y conocerme mejor.
Si alguna mujer se siente identificada en algún momento con lo que lee, me doy por satisfecha/o».

Del prólogo